31 ene 2014

El Makiwara

Inspecciona a fondo tu Dojo. Si entrenas en una sala de un gran gimnasio, en un polideportivo o colegio con seguridad no lo encontrarás.
Pero es posible que si tu Dojo es un pequeño gimnasio en donde se enseña Karate desde hace mucho tiempo, encuentres un extraño trozo de madera anclado al suelo cuya presencia ni siquiera habías advertido.

Eso es un Makiwara, una de las más importantes herramientas de Hojo Undo que puede tener un karateka a su disposición. Así que si lo encontraste, ¡enhorabuena! Eres afortunado pues hoy en día son escasos.






El auténtico Makiwara consiste en un listón de madera, duro pero flexible, enclavado de alguna manera en el suelo o en la pared, con una superficie de golpeo que puede estar forrada de algún material amortiguador, arpillera o simplemente la madera desnuda. Al golpearlo el Makiwara cede proporcionalmente a la fuerza del impacto absorbiendo la energía (no hablo de conceptos esotéricos, sino pura física).
Menciono el aspecto de "auténtico Makiwara" porque se da el nombre de Makiwara a muchos artilugios que no lo son. La propiedad que distingue a un auténtico Makiwara es la flexibilidad y resistencia de la que hablábamos antes, es vital que el Makiwara ceda ante la presión.
Un trozo de tabla colgado en la pared no es un Makiwara, un tronco de un árbol no es un Makiwara, porque no ceden al aplicarles una fuerza.

La importancia de esto es enorme, ya que el Makiwarase utiliza golpeándolo, y si golpeamos una superficie estática, como una pared, toda la energía que depositamos en el golpe no se disipa, sino que rebota en la pared y nos retorna a nosotros mismos, produciendo lesiones articulares, óseas e incluso se han descrito problemas cerebrales y viscerales debidos a este rebote y vibración continuados.
La propiedad elástica del Makiwara permite minimizar estos daños ya que la mayoría de la energía se disipa en la flexión de la madera.



Existen muchos errores de concepto alrededor del Makiwara, desde la función del mismo a los efectos que produce. Errores de concepto instaurados precisamente por practicantes que no poseían un makiwara flexible, que han llevado al progresivo desuso y olvido del aparato.

Uno de estos principales errores es pensar que la función del Makiwara es la de endurecer las manos. Esto no es así, para endurecer manos puños y nudillos existen otras muchas herramientas más apropiadas que el Makiwara. La función principal del Makiwara es la de mejora de la fuerza del impacto, y la corrección técnica del golpe. Cualquiera que golpee por primera vez un Makiwara, y de cualquier forma, puede hacerse mucho daño, incluso lesionarse, pues para poder golpearlo necesitamos una correcta técnica, con las articulaciones del brazo colocadas en posición adecuada y contactando con la superficie de impacto con los nudillos apropiados, en pocas palabras, si no golpeas correctamente al Makiwara, te va a doler, por eso es una herramienta vital para el desarrollo de buenos golpes de puño, porque a la par de ofrecer una resistencia a tu golpe, te exige que la técnica del golpe sea perfecto. 
Por supuesto que si golpeas al Makiwara día y noche endurecerás tus puños, pero es un efecto derivado de su uso, no su objetivo principal.

El siguiente error del que vamos a hablar es probablemente el más controvertido, las lesiones producidas por el uso del Makiwara.
Durante años se han descrito multitud de lesiones achacadas al uso de este aparato por parte de maestros que hacían un uso intensivo del mismo, tendinitis, luxaciones, fisuras y fracturas óseas, artritis, y en alguno de los peores casos, daños cerebrales y viscerales provocados por la vibración de los golpes consecutivos.

Estas lesiones están ahí, pero no debemos relacionarlas con el uso consciente de un Makiwara bien construido. Muchos de los lesionados por la práctica del Makiwara, utilizaban una superficie rígida como punto de golpeo, mal llamada Makiwara.
Superficies tales como tablas ancladas a la pared, postes rígidos o incluso grandes árboles. Sea como fuere, estas superficies de golpeo no son Makiwaras, son otro tipo de herramientas de golpeo.
Como hemos dicho antes, nunca se debe golpear una superficie rígida, y menos aún a plena potencia y bloqueando las articulaciones como en el típico tsuki de Karate. 
Es extremadamente lesivo, no hay nada que absorba la energía e impida que nos golpee de rebote. Es así como se producen las lesiones arriba mencionadas.

Si disponemos de un Makiwara flexible, podremos entrenar sin problemas ni preocupaciones, la flexión de la madera reparte la energía del impacto funcionando como amortiguador. Esto unido a un uso responsable, con un instructor que nos guíe en la forma que debemos golpearlo, y respetando unos tiempos de uso razonables hará que tu práctica del Makiwara no sea potencialmente más lesiva que cualquier otra fase del entrenamiento.


Por desgracia, estos aspectos mal concebidos, han hecho que la práctica del Makiwara sea cada vez menos frecuente, y que se vea a quien lo utiliza como un animal de bellota, que busca deformarse las manos sin ninguna consciencia de lo que hace.
Nada más lejos de la realidad, el Makiwara es una herramienta vital, que desarrollará tu Karate hasta límites insospechados, mejorando tu compresión de tu propio cuerpo y de como funciona, haciendo que tu técnica sea coherente con la realidad y que la ejecutes de la forma óptima para desarrollar potencia y pegada.

Un uso responsable y consciente hará que poco a poco aprecies esta herramienta y la conviertas en lo que era en okinawa, y que nunca debió dejar de ser. El mejor amigo del Karateka.


1 comentario:

  1. Una duda. Soy principiante en karate, bajo el estilo shito ryu. Hace unos meses, comencé a emular el entrenamiento con makiwara pero golpeando a un árbol, sobra decir que los nudillos de mi mano derecha han salido perjudicados a raíz de entrenar de tal forma. ¿De qué manera podría tratar tal lesión? Los huesos de mis nudillos parecen rompecabezas, aunque el dolor es mínimo.

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