22 ene 2014

La Defensa Personal día a día.



Uno de los temas mas recurrentes en el día a día y en lugares donde se dan cita artistas marciales y deportistas de contacto de muchas disciplinas, como los gimnasios o en simples reuniones de amigos es: 
¿Es tu sistema de lucha viable para la autodefensa en un supuesto caso de agresión en "la calle"?

Lejos de llevar el debate a tal arte marcial es mejor que este otro, que nunca llega a ningún término, vamos a analizar las posibilidades que existen de necesitar los conceptos aprendidos en la clase, y cuales de ellos son los más adecuados para superar una situación de violencia.

Joven Chojun Miyagi entrenando Karate (Naha Te)


¿Vivimos en una sociedad violenta? la respuesta es no, no extremadamente violenta, la sociedad actual busca continuamente promocionar los valores del pacifismo y el respeto, al menos entre los ciudadanos, castigando a aquellos agresores que utilizan la violencia como método para conseguir sus objetivos. 
Si bien no es un estado de pacifismo perfecto, pues todos los días se producen atracos y altercados, la frecuencia de los cuales es ínfima, y como prueba de ello, la mayoría de la gente no ha sufrido un episodio de violencia en toda su vida, una gran parte de la población jamás ha sido asaltada ni ha participado nunca en una pelea. 
Basta con consejos de precaución básicos como evitar zonas poco transitadas a ciertas horas de la noche.

Así pues, en una sociedad no violenta, en la que probablemente nunca tengamos que hacer uso de nuestras habilidades de defensa personal, ¿Por qué perder el tiempo yendo 2, 3, 4, 5 veces por semana a una clase de artes marciales? y lo que tiene menos sentido aún, ¿Por que discutir sobre si tal arte marcial o sistema de lucha es efectivo o no en una supuesta situación violenta que probablemente jamás se presente?

Cada uno tendrá sus razones, muy válidas todas ellas, unos querrán mantenerse en forma, otros querrán competir, otros querrán sentirse ninjas letales como su personaje de cómic favorito, y otros lo harán simplemente por que les gusta.
Yo sin duda me encuadro en este último grupo. 

Entreno Karate por que me gusta, disfruto haciéndolo.
Y es por esto de que disfruto haciendolo que siento la responsabilidad de practicarlo de la forma mas coherente posible con mis gustos, no me gusta competir, por eso no oriento mis katas a la competición, ni entreno Shiai Kumite, me gusta investigar, aprender y dominar poco a poco técnicas y estrategias, me gusta coger un kata y empezar a sacar aplicaciones, golpes que se pueden dar, formas de luxar las articulaciones, cómo encadenarlo todo, o como finalizar en un solo movimiento, me gusta ponerme guantillas y pelear con mis compañeros sin limitaciones de ningún reglamento, y comprobar que las técnicas funcionan. 
Y si no enfocara mi Karate a la investigación y a la mas pura defensa personal, que al fin y al cabo es para lo que fué concebido, no me gustaría tanto como me gusta.

Como anécdota y reflexión, las únicas peleas que he tenido en mi vida han sido cuando era un niño pequeño en el colegio, luego he sabido solventar todos los conflictos de otras maneras, y espero que jamás tenga que defenderme de una agresión, pero sé que si tuviera que hacerlo, estoy bien preparado, y en el supuesto caso de que ocurriera, no ejecutaría una compleja técnica del bunkai de un kata, pero si quisiera, podría hacerlo porque entreno con ese objetivo.
No nos obsesionemos con la efectividad de unas u artes marciales, pues al fin y al cabo, vamos a asistir a más entrenamientos que a peleas, por lo tanto nos interesa más disfrutar al día a día con una actividad que nos llene.



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