12 nov 2013

Bunkai. Parte 2. ¿Por dónde empezar?

Volvemos un tiempo después de la primera entrega de esta serie de artículos  en la cual hablamos de lo que era el bunkai, cuál era su función y por que deberíamos trabajarlo.

Espero que desde que leyerais la parte 1, hayas buscado, o por lo menos intentado, al menos un bunkai de vuestro kata preferido. Pero esto puede ser una ardua tarea, lo sé, lo he vivido yo mismo, no sabes ni por donde cogerlo y cuando por fin le echas narices, consigues convencer a un compañero para que se quede después de clase y te pones frente a frente con el, tu cuadriculada mente sólo te muestra simples bloqueos a los ataques predeterminados de tu compañero. Y te sabe a poco.


Como yo me he sentido en esta situación, no hace mucho tiempo, voy a intentar ayudaros para que comencéis con buen pie.


Lo primero de todo, bebed de grandes maestros, que hay muchos, aunque no tengáis la suerte de entrenar con una eminencia del bunkai o la defensa personal, asistid a seminarios, los más posibles, hay geniales karatekas y maestros de otras artes marciales tanto españoles como extranjeros que ofrecen decenas de seminarios interesantes al año. Cuanto más os mováis, más abierta tendréis la mente y la información fluirá más fácilmente.

Lo siguiente, buscad las pautas que debe tener un buen bunkai. El bunkai debe ser efectivo, sencillo, directo, natural y fiel a las técnicas del kata. Voy a citar una serie de reglas que siguen la mayoría de estudiosos del bunkai y que yo pienso que son indispensables para elaborar una buena aplicación.


1- Sencillez: más básico no significa peor, nuestro bunkai busca la efectividad en una situación de lucha, no la espectacularidad en una competición. Que tu bunkai funcione por la técnica, no por que seas más fuerte o más alto que tu uke. Si tu hermana pequeña no puede hacer satisfactoriamente el bunkai, es que la técnica no funciona.

2- Efectividad: la técnica que desarrollemos debe funcionar en un contexto hostil, por lo tanto no sólo vale hacerla despacio, que el compañero se deje luxar, tirar, que no se defienda cuando le golpeamos, que mantenga la guardia baja... Todo esto son conductas irreales que van en contra de lo que estamos buscando, la efectividad. Si bien es imposible reproducir fielmente el entorno agresivo que nos encontraremos en la calle, por lo menos debemos intentar acercarnos lo más posible.

3- Número de oponentes: el kata fue ideado como compilacion de técnicas contra un sólo oponente. Desechad esos bunkais contra 6 personas, como dijo Mabuni, que no te engañe la línea del embusen, los katas se hacen hacia los lados, retrocediendo y atacando por cuestión de economía del espacio, no porque nos ataque un contrario por cada lado. Si hiciéramos los katas en una sola línea necesitaríamos tatamis mucho más grandes.

4- ¿Todo junto o separado?: podemos dividir un kata en pequeñas secuencias y trabajarlas por separado, o podemos idear una larga combinación de intercambio de técnicas que recorran el kata de principio a fin.
 ¿Qué método es mas adecuado? Ambos. Hay que trabajar en las pequeñas secuencias con finalizaciones en cada una de ellas (ippon bunkai) para mejorar nuestra habilidad y nuestro dominio de la técnica. Pero también hay que trabajar las largas combinaciones que cubren el kata entero (renzoku bunkai) omitiendo las finalizaciones y enlazando cada segmento, es un trabajo de esfuerzo mental, que mejora la atención, asienta las técnicas y permite una mayor amplitud de miras que nos ayudará para fluir de un movimiento al siguiente.


Por hoy suficiente, id trabajando poco a poco, despacio para dominar cada movimiento, sin prisa, grandes maestros han dedicado años a la composición de sus bunkais, y cuanto más novato se es en la materia, más cuesta discurrir y lograr resultados. 
No os desaniméis, os aseguro que todo el trabajo merece la pena.

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